Más tarde, Hofmann patentó el 4-AcO-DMT, que luego se olvidó, hasta que reapareció como una droga de fiesta en la década de 1990. En 1999, el profesor y científico psicodélico David E. Nichols intentó reavivar el interés por la 4-AcO-DMT presentándola como una alternativa segura y rentable a la psilocibina, ya que es mucho más fácil y económica de sintetizar. 20 años después, nadie ha realizado un solo estudio significativo sobre la seguridad y los beneficios potenciales de 4-AcO-DMT, a pesar de su creciente popularidad entre los usuarios de psicodélicos.
4-AcO-DMT viene en forma de polvo que se puede tragar o inhalar. Como ocurre con todos los psicodélicos, las microdosis son clave para determinar los efectos y la experiencia que, según los informes, es muy similar a la de los hongos o la DMT.